CAS: ¿QUÉ ES EL ÉXITO SI NO ERES CRYPTOBRO?
¿QUÉ ES EL ÉXITO SI NO ERES CRYPTOBRO?
Parece que todo el mundo tiene claro el significado del éxito y la RAE nos da varios sinónimos como “fama”, “fortuna” o “victoria”. A pesar de ello, a medida que crezco me doy cuenta de que es un concepto muy difuso. Considero que el éxito es mucho más relativo de lo que los gymbros que hacen burpees por la mañana e invierten en bitcoins nos quieren hacer creer. Sin dudarlo, debo deciros que he tenido en mente ese concepto tradicional de éxito muchas veces, pero me he dado cuenta de que algo presuntamente tan banal puede tener un fondo digno de un tratado filosófico.
En primer lugar, os voy a proponer un ejemplo que se me ocurrió hace pocos días al ver la visita de Amaia y Aitana a la Academia de Operación Triunfo 2025 (por cierto, “triunfo” es otro sinónimo de “éxito”). Si en el plano superfluo nos planteamos en cuál de las dos artistas tiene un mayor éxito, podríamos responder fácilmente que esa es Aitana, flamante ganadora de un Grammy Latino este mismo año por su álbum Cuarto Azul. Sin embargo, en la serie documental Aitana: Metamorfosis de Netflix (Febrero de 2025) queda claro que toda la fama que tiene no parece hacerla feliz, como mínimo en los meses de grabación. Qué ironía de la vida ganar un Grammy en su peor momento, cuando necesita terapia y medicación para seguir adelante. La verdad, espero que eso la haya animado. Además, vive bajo unl control mediático asfixiante y puede verse encorsetada en público por todo lo que se pueda decir de ella. Eso es mucha presión. Un abrazo desde aquí a Aitana, ¡eres
fabulosa!
Por otro lado, tenemos a Amaia, una cantante que con unas cifras de venta mucho menores y un estilo de música poco convencional, que hace y dice lo que le da la gana y aparenta vivir bastante más feliz. Ella tiene su público de nicho y tan pancha. ¡Ole, Amaia! Así pues, ¿quién tiene más éxito de las dos? Os dejo pensar la respuesta, porque depende de lo que más valore cada uno.
Se me ocurre otro ejemplo, y este lo llevaré a lo personal. Como ya sabéis si estáis leyendo esto, hablo de libros en redes (y de lo que me apetece en cada momento). Obviamente, no soy el único bookstagrammer del país y veo como muchas personas ocultan el número de “me gusta” de las publicaciones o vídeos, de manera que no se ve si ese contenido ha tenido una repercusión notoria o no. Hace años, yo también oculté el recuento de likes cuando consideré que algo no iba bien, pero un día cambié el chip e hice pública toda la información de nuevo. ¿Realmente, los “me gusta” son sinónimo de éxito? ¿Hace falta esconderlos? He decidido hacer un ejercicio de honestidad y mostrarlos porque son un termómetro de lo que presuntamente interesa o lo que no. De hecho, creo que se facilita mucha faena a las editoriales para ver si un libro cala o no en el público. Ostras, ¿debería cobrar por este estudio de márqueting?
Escribiendo todo esto, se me pasa por la cabeza que para algunos cryptobros debo ser un fracasado. A pesar de ello, me veo como alguien exitoso porque estoy satisfecho con lo que hago y mucha gente no puede decir eso. Resumiendo, madurar es darse cuenta de que no todo es negro o blanco y, quizás, el éxito sea un concepto con una amplia gama de grises que percibimos de manera distinta en un momento vital u otro. ¿Qué pensaré de este artículo en unos años? No lo sé. Ahora esto me llena y es lo que cuenta.
11-12-2025
Quim (Akaelprofe).
